Éste es sin duda uno de mis libros favoritos, y os dejo una recopilación de las mejores citas que he encontrado en él (o las que a mi me parecen las mejores). Si me dejo alguna que os guste, por favor avisad en los comentarios para que la lista esté lo más completa posible.
¡¡¡AVISO SPOILER!!!
- “Sí, la recuerdo a menudo y conservo su historia en uno de mis múltiples bolsillos para contarla una y otra vez. Es una más de la pequeña legión que llevo conmigo, cada una de ellas extraordinarias a su modo. Todas son un intento, un extraordinario intento de demostrarme que vosotros, y la existencia humana, valéis la pena. Aquí está. Una más entre tantas. La ladrona de libros. Si te apetece, ven conmigo. Te contaré una historia. Te mostraré algo.”
- «UN PEQUEÑO DETALLE: Morirás. Sinceramente , me esfuerzo por tratar el tema con tranquilidad, pero a casi todo el mundo le cuesta creerme, por más que yo proteste. Por favor, confía en mi. De verdad, puedo ser alegre. Amable, agradable, afable… Y eso son sólo las palabras que empiezan por <<a>>. Pero no me pidas que sea simpática, la simpatía no va conmigo.»
- «Es la historia de uno de esos perpetuos supervivientes, una chica menuda que sabía muy bien lo que significaba la palabra abandono»
- «Lo primero que apareció fue blanco. Un blanco cegador. Probablemente estarás pensando que el blanco no es en realidad un color y toda esa clase de tonterías. Pues yo te digo que lo es. El blanco es sin duda un color y, personalmente, no creo que te convenga discutir conmigo.»
- «El viaje continuó como si «todo» hubiera pasado.»
- «DEFINICIÓN NO ENCONTRADA EN EL DICCIONARIO
No irse: acto de confianza y amor, a menudo descifrado por los niños.»
- «Todas las noches Liesel salía a la calle, limpiaba la calle y contemplaba el firmamento. Por lo general, parecía que alguien había vertido un líquido en el cielo – frío y espeso, resbaladizo y gris-, pero de vez en cuando algunas estrellas tenían el valor de alzarse y flotar, aunque sólo fuera por unos minutos. Esas noches se quedaba un poquito más y esperaba.
-Hola, estrellas
Y esperaba. La voz de la cocina. O hasta que las aguas del cielo alemán volvían a tragarse las estrellas.»
- ¿HAY ALGO PEOR QUE UN CHICO QUE TE ODIE? : Un chico que te quiera
- “Rudy estaba destinado a ser el mejor amigo de Liesel. Todo el mundo sabe que una bola de nieve en la cara es el comienzo perfecto de una amistad duradera.”
- Si gano, te doy un beso.
—Algún día te morirás por besarme —le dijo.»
- «VISITA GUIADA AL SUFRIMIENTO: A su izquierda, tal vez a la derecha, incluso puede que al frente, hay una pequeña habitación a oscuras. Allí espera sentado un judío. Apesta. Está famélico. Está asustado. Por favor, intenta no apartar la vista.»
- «Él era el chalado que se había pintado de negro y había desafiado al mundo.
Ella, la ladrona de libros sin palabras.
Pero créeme, las palabras estaban de camino, y cuando llegaron, Liesel las sujetó entre las manos como si fueran nubes y las escurrió como si estuvieran empapadas de lluvia.»
- UN PEQUEÑO PERO VALIOSO COMENTARIO: A lo largo de los años he visto muchos jóvenes que creen correr al encuentro de otros jóvenes. No es así. Corren a mi encuentro.»
- «- ¿Todavía toca el acordeón?- Era evidente que la verdadera pregunta era. ¿Todavía está dispuesto a ayudarme?»
- «Imagínate que tuvieras que sonreír después de recibir un bofetón. Y luego imagínate que tienes que hacerlo las veinticuatro horas del día. En eso consistía ocultar un judío.»
- Antes, las palabras la habían hecho sentirse como una inútil, pero ahora, cuando se sentaba en el suelo junto a la mujer del alcalde, experimentaba una innata sensación de poder. Ocurría cada vez que descifraba una nueva palabra o construía una frase.
Era una niña.
En la Alemania nazi.
Qué apropiado que descubriera el poder de las palabras.»
- «Le habría gustado, sin duda. ¿Lo ves? Hasta la muerte tiene corazón.
- «Tenía lo que llamaba un pequeño surtido de herramientas: Un libro pintado. Un puñado de lápices. Una cabeza llena de ideas. Como si fueran piezas de un puzzle, empezó a encajarlas.»
- «Adiós, Saumensch —rió—. Adiós, ladrona de libros.
Fue la primera vez que otorgaban dicho tratamiento a Liesel, y no consiguió ocultar lo mucho que le gustó. Como ya sabemos, había robado libros en anteriores ocasiones, pero a finales de octubre de 1941 pasó a ser algo público. Esa noche, Liesel Meminger se convirtió oficialmente en la ladrona de libros.»
- «UNA PEQUEÑA VERDAD: No llevo ni hoz ni guadaña. Sólo cuando hace frío visto un hábito negro con capucha. Y no tengo esos rasgos faciales de calavera que tanto parece que os gusta endilgarme, aunque a distancia. ¿Quieres saber que aspecto tengo en realidad? Ve a buscar un espejo mientras sigo?»
- «Cómo no va a gustarle a alguien un hombre que no sólo se fija en los colores, sino que además los comenta»
- «FELICITACIONES NAVIDEÑAS DE MAX VANDENBURG: << A menudo deseo que esto acabe Liesel, pero entonces, no sé cómo pasa algo… tú bajas al sótano con un muñeco de nieve en las manos.>>
- «Fue el principio de la mejor Navidad de todos los tiempos. Poco de comer. Nada de regalos. Pero había un muñeco de nieve en el sótano»
- «¿Cómo le regalas a alguien un pedazo de cielo?».
- «Otra arremetida de «Heil Hitler!». ¿Sabes? Lo cierto es que me sorprendería que alguien no perdiera un ojo o se hiciera daño en una mano o en una muñeca en medio de ese jaleo. Bastaba con quedarse mirando hacia el lugar equivocado en el peor momento o estar demasiado pegado a otra persona. Tal vez sí que hubo heridos. Por lo que a mí respecta, lo único que puedo decir es que nadie murió por estar allí, al menos físicamente. Es evidente que no podemos olvidar los cuarenta millones de personas que recogí cuando todo hubo acabado, pero esto se está poniendo metafórico.»
- «Miré, sólo unos segundos.
Hacía veintidós meses que no veía el mundo exterior.
No hubo ni enfados ni reproches.
—¿Qué aspecto tenía? —preguntó Hans.
Max levantó la cabeza con gran pesar y estupefacción.
—Había estrellas —contestó—. Me quemaron los ojos.»
- «UN PENSAMIENTO AGRADABLE: Ella era una ladrona de libros. Él asaltaba el cielo.»
- «—¿Qué hay de ese beso, Saumensch?»
- » UN CUADRO: Rosa con un acordeón. Luz de luna en la oscuridad. 155 cmm x instrumento x silencio.»
- «Un asiento, dos hombres, una breve discusión y yo. A veces me mata ver cómo muere la gente»
- «LA ÚLTIMA EXTRANJERA»
PÁGINA 38
«Las calles de la ciudad estaban llenas de gente, pero la extranjera no se habría sentido más sola de haber estado desiertas.»
- «MAX VANBENBURG, AGOSTO DE 1943. Allí estaba, con el pelo hecho unas ramas secas, como imaginaba Liesel, y los ojos cenagosos que se abrieron paso hacia ella. Saltando de hombro judío a hombreo judío. La miraron suplicantes al llegar a su lado. La barba ocultaba el rostro y le temblaron los labios cuando pronunció la palabra, el nombre, la niña, Liesel. «
- «Había una vez un hombre bajito y extraño» —continuó la joven. Tenía los brazos colgando, pero cerraba las manos en un puño—. Aunque también había una recolectora de palabras.»
- «¿Te acuerdas, Max? Tú me lo contaste. Lo recuerdo todo…
Ese eras tú, el chico de los puños de acero, y dijiste que la muerte sentiría tu puño en su cara cuando viniera a por ti.
¿Recuerdas el muñeco de nieve, Max?
¿Lo recuerdas?
¿En el sótano?
¿Recuerdas la nube blanca de corazón gris?»
- «Otro péndulo humano. Otro reloj, parado. Se mató por querer vivir.»
- «A veces pienso que mi padre es un acordeón porque oigo sus notas cuando me mira y sonríe y respira.»
- «Su padre era un hombre de ojos plateados, no apagado. ¡Su padre era un acordeón! Pero sus fuelles se gabán quedado sin aire. Nada entraba y nada salía.»
- «<<He odiado las palabras y las he amado, y espero haber estado a su altura>> Fuera, el mundo aullaba. La lluvia estaba sucia.»
- «Quise decirle muchas cosas a la ladrona de libros, sobre la belleza y la crueldad, pero ¿qué podía contarle sobre todo eso que ella no supiera? Quise explicarle que no dejo de sobreestimar e infravalorar a la raza humana, que pocas veces me limito únicamente a valorarla. Quise preguntarle cómo un mismo hecho puede ser espléndido y terrible a la vez, y una misma palabra, dura y sublime. Sin embargo, no abrí la boca. Sólo conseguí hablar para confiarle a Liesel Meminger la única verdad que hago mía. Se lo dije a la ladrona de libros y ahora te lo digo a ti.
ÚLTIMA NOTA DE LA NARRADORA: Los humanos me acechan.»
Espero que os hayan gustado
Nos leeremos!!
B.